La historia de Edward B.

Casi un año después de descubrir que el cáncer de riñón se le había extendido al cerebro, Edward B. escuchó las siguientes palabras: “Estás libre de enfermedad en el cerebro”, después de la cirugía y el tratamiento con CyberKnife.

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Venció el cáncer cerebral metastásico con cirugía y CyberKnife®

“Estás libre de la enfermedad en el cerebro”.

Tras escuchar estas palabras casi un año después de descubrir que el cáncer de riñón se había extendido al cerebro, Edward B., de 56 años, se echó a llorar. Este triunfo fue su última victoria en una batalla contra el cáncer que abarca más de una década.

En 2011, Ed descubrió que tenía cáncer de próstata. Afortunadamente, se le detectó temprano y, con la extirpación de la próstata, volvió a su vida normal. Pasó años sin señales de que el cáncer regresara, por eso, cuando la cadera de este ávido jugador de sóftbol comenzó a molestarlo en el verano de 2019, no le dio mucha importancia.

Edward B.

“Pensé que se trataba de un tirón en un músculo o que había elongado incorrectamente, pero al final de la temporada de sóftbol de verano, usaba muletas y ya no podía poner ningún peso sobre mi cadera. Sabía que tenía que hacerme un control”, dice Ed.

Le hicieron una ecografía en el área de atención de urgencias, vio a un ortopedista y le hicieron una radiografía, pero todo salió bien. No fue hasta que le hicieron una resonancia magnética de la cadera que los médicos le detectaron una masa en el riñón.

Una tomografía computada confirmó que Ed tenía cáncer de riñón y que se había extendido hasta la articulación esférica de la cadera. A los pocos días, a Ed le realizaron un reemplazo de cadera. Posteriormente, inició inmunoterapia bajo el cuidado de un oncólogo, el Dr. Charles M. Farber, PhD, quién activó el propio sistema inmunitario de Ed para atacar las células cancerosas en su cuerpo. A principios de 2020, le extirparon el riñón.

“Después de que me recuperé de la cirugía, todo anduvo bien”, recuerda Ed. “Ese verano estaba en la costa disfrutando de la vida, pero un día perdí el equilibrio, me caí y, literalmente, no supe cómo levantarme”.

Por recomendación de Ashley Day, una asistente médica en el equipo del Dr. Farber, Ed acudió de inmediato para una evaluación con su equipo de oncología en el Morristown Medical Center y le hicieron una resonancia magnética de cuerpo completo. El escáner detectó dos masas grandes en su cerebro.

En 48 horas, estaba en la sala de operaciones con el colega del Dr. Farber, el Dr. Yaron A. Moshel, PhD, que es neurocirujano y se desempeña como codirector del Gerald J. Glasser Brain Tumor Center.

“Los tumores en el cerebro de Ed eran lo suficientemente grandes como para extirparlos como nuestra primera orden del día”, señala el Dr. Moshel. “Por lo general, no extirpamos varios tumores a la vez, pero a veces es el mejor curso de acción. El caso de Ed lo ameritaba, así que hicimos una cirugía cerebral de “dos por uno”. En una sola operación, extirpamos por completo los dos tumores de distintas partes del cerebro mediante una técnica mínimamente invasiva que redujo los posibles efectos secundarios y el tiempo de recuperación”.

“Para darle a Ed la mejor oportunidad de vencer a la enfermedad en el cerebro, también tratamos los márgenes de resección del tumor cerebral con CyberKnife”, agrega la Dra. Joana S. Emmolo, oncóloga radioterapeuta y directora de Oncología Radioterápica en el Glasser Brain Tumor Center. “Esto consiste en radiación estereotáctica altamente dirigida que elimina las células cancerosas microscópicas restantes, y ayuda a prevenir que las células cancerosas vuelvan a aparecer en esas áreas problemáticas”.


Cita

Realmente quiero que la gente sepa que un diagnóstico de cáncer no es una sentencia de muerte. La medicina ha llegado muy lejos; e incluso si una persona tiene cáncer puede llevar una vida normal”.

Edward B., paciente con tumor cerebral

Edward B. en el juego

Para mantenerse proactivo en el control de una posible reaparición de la enfermedad en el cerebro, Ed se somete a exploraciones cerebrales de seguimiento cada cuatro meses. Para controlar el cáncer en otras partes de su cuerpo, Ed también recibe quimioterapia oral y se realiza una tomografía por emisión de positrones cada tres meses.

Comprometido a vivir cada día lo mejor que puede, Ed asistirá al Mets Fantasy Camp este otoño y está planificando un viaje a Italia con su familia el próximo verano. También cree que todo sucede por un motivo.

“Cuando elegí ser donante de médula ósea hace 20 años y fui seleccionado como compatible con una chica de 19 años que no conocía, seguí adelante con el trasplante porque realmente creo que uno cosecha lo que siembra”, dice. “Pensé que, si hacía esto, si mis hijos o yo necesitábamos algo en el futuro, alguien más estaría allí para ocuparse de nosotros. El magnífico equipo del Morristown Medical Center y del Overlook Medical Center ha hecho eso… y mucho más”.

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