Adenomas hipofisarios

Los adenomas hipofisarios se originan en la glándula pituitaria, que controla la secreción de hormonas de otras glándulas endocrinas del cuerpo. Estos tumores de crecimiento lento son frecuentes, pueden tratarse y, por lo general, no son cancerosos. El tratamiento suele requerir un enfoque coordinado y multidisciplinario debido al importante papel de la glándula pituitaria en el organismo.

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Tipos

Los adenomas hipofisarios se pueden clasificar por su tamaño. Los tumores pequeños se llaman microadenomas y los más grandes se llaman macroadenomas. También se clasifican según su impacto en la producción de hormonas.

No secretores de hormonas (no funcionantes): los adenomas hipofisarios que no liberan hormonas pueden ser pequeños y no causar síntomas. Sin embargo, pueden presentarse síntomas cuando el tumor crece y presiona los nervios ópticos y el cerebro cercanos. Cuando el tumor comprime la glándula pituitaria normal, esto puede reducir la producción de hormonas normales (hipopituitarismo).

Secretor de hormonas (funcionante): algunos tumores hipofisarios dan lugar a una producción excesiva de determinadas hormonas (síndrome de Cushing, acromegalia o hipertiroidismo). Este exceso de hormonas (ACTH, GH, TSH y PRL) puede interferir con una amplia variedad de funciones corporales.


Síntomas
  • Pérdida de la visión
  • Falta de período menstrual
  • Esterilidad
  • Producción de leche materna sin embarazo
  • Crecimiento corporal excesivo o anormal
  • Aumento de peso
  • Tiroides hiperactiva
  • Presión arterial alta y cambios inusuales en la piel y el cuerpo
  • Dolores de cabeza

Diagnóstico

Los adenomas hipofisarios se diagnostican mediante un examen físico y pruebas especializadas. El diagnóstico puede ser un desafío debido a la amplia variedad de síntomas relacionados con las hormonas que pueden causar. Las pruebas especializadas pueden incluir:

  • Evaluación endocrina: los análisis de sangre se utilizan para evaluar los niveles hormonales del paciente y determinar si la glándula pituitaria está funcionando normalmente. Se puede consultar a un endocrinólogo en esta etapa.
  • Evaluación oftálmica: un oftalmólogo puede examinar los ojos del paciente y realizar una prueba de campo visual para determinar si el tumor está afectando la claridad de la visión o la visión periférica.
  • Estudios de imágenes: se utilizan una variedad de exploraciones, como tomografía computada, resonancia magnética nuclear (RMN) con medio de contraste o angiografía por resonancia magnética, un tipo de RM que utiliza un campo magnético y pulsos de energía de ondas de radio para proporcionar imágenes de los vasos sanguíneos en el interior del cuerpo. También se puede realizar una tomografía computada del tórax o el abdomen para descartar otras causas de un desequilibrio hormonal.

Solo se puede confirmar un diagnóstico exacto una vez que se ha extirpado el tumor. El análisis de tejido por un neuropatólogo define el diagnóstico y el perfil genético del tumor.


Tratamiento

Nuestro equipo desarrollará un plan de tratamiento personalizado para ti en función de la actividad hormonal, el tamaño y la ubicación del tumor, junto con tu edad, estado de salud y síntomas. Algunos tumores presentan una dificultad técnica, porque se adhieren a estructuras neurales y vasculares vitales en la base del cerebro.

El tratamiento podría incluir una combinación de:

  • Observación: se utiliza con el tiempo para algunos tumores benignos pequeños sin síntomas o desequilibrios hormonales.
  • Cirugía: puede recomendarse según el tamaño del tumor, el efecto sobre el cerebro circundante y los nervios ópticos o el impacto sobre las hormonas. Generalmente, trabajan en conjunto un cirujano de oído, nariz y garganta y un neurocirujano especializados en la base del cráneo, que usan técnicas endoscópicas mínimamente invasivas para acceder al tumor a través de la nariz y los senos paranasales.
  • Medicamentos: a menudo se prescriben en colaboración con un endocrinólogo y pueden usarse solos (particularmente para tumores que producen prolactina) o después de una cirugía.
  • La cirugía estereotáctica (CyberKnife®) no invasiva se usa como tratamiento primario o junto con otros tratamientos para tumores en lugares de difícil acceso o en pacientes que no pueden realizarse una cirugía.

Después de la cirugía, el tejido tumoral se examina microscópicamente para establecer un diagnóstico y subtipo precisos, lo cual ayuda a definir los siguientes pasos en el tratamiento.

Nuestro equipo te controlará de cerca y personalizará tu atención de seguimiento. Nuestro asesor de pacientes también te conectará con nuestro grupo de apoyo y otros recursos. Más información

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