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Enfermedades digestivas y trastornos gastrointestinales

Enfermedades digestivas y trastornos gastrointestinales

Las enfermedades digestivas o los trastornos gastrointestinales son afecciones del tubo digestivo. Pueden afectar la forma en que nuestro cuerpo procesa los alimentos y otros nutrientes. Si tienes síntomas de acidez estomacal, náuseas, dolor intestinal o pérdida de peso, dirígete a los Centros para la Salud Digestiva de Atlantic Health System. Recibirás una atención extraordinaria. De hecho, U.S. News & World Report calificó recientemente a Morristown Medical Center y Overlook Medical Center como hospitales de alto rendimiento en gastroenterología y cirugía gastrointestinal.

Nos especializamos en el tratamiento personalizado y la prevención de una variedad de trastornos gastrointestinales y esofágicos, que incluyen:

Acalasia

El diagnóstico de la acalasia implica una evaluación endoscópica, estudios de motilidad y diagnóstico por imágenes con un esofagograma con contraste y/o tomografías computadas.

Las opciones de tratamiento para este trastorno de la deglución son:

Obstrucciones intestinales por adherencias

Las obstrucciones intestinales se pueden localizar mediante imágenes (resonancia magnética y tomografía computada). También se pueden evaluar desde el interior mediante videoendoscopía por cápsula. Incluso en pacientes que han tenido cirugías previas, podemos liberar el intestino por laparoscopía. Dejamos líquido intravenoso en el abdomen para prevenir la formación de adherencias. Una obstrucción del intestino delgado, que es un bloqueo en el intestino delgado, generalmente es causada por tejido cicatricial (adherencias), una hernia o una masa. 

Enfermedad biliar

Los problemas médicos de la vesícula biliar se diagnostican mediante varias pruebas. Usamos:

  • Análisis de sangre
  • Ultrasonido
  • Tomografía computarizada (CT):
  • Exploración hepatobiliar (colescintigrafía)
  • Colangiopancreatografía por resonancia magnética (CPRM)
  • Colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE)

El tratamiento puede incluir medicamentos o antibióticos, colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE) o una colecistectomía.

Celiaquía

La celiaquía se diagnostica de dos formas. Realizamos análisis para detectar la presencia de anticuerpos en sangre y biopsias endoscópicas del intestino. Aunque actualmente no existe cura para la enfermedad celíaca, evitar el gluten en la alimentación repara, en última instancia, el revestimiento intestinal en la mayoría de los pacientes.

Constipación crónica

La causa de la constipación crónica a menudo se puede diferenciar mediante la realización de una serie de pruebas. Los tratamientos iniciales para la constipación incluyen:

  • Modificación del comportamiento
  • Cambios en la alimentación y los medicamentos
  • Laxantes

Otros tratamientos incluyen fisioterapia del suelo pélvico y medicamentos recetados.

Por lo general, la cirugía se reserva para cuando se ha demostrado una mala motilidad del colon y todas las opciones no quirúrgicas han fallado. La cirugía mínimamente invasiva para la constipación se realiza por vía laparoscópica e implica la extirpación de parte o la totalidad del colon, según el grado de disfunción.

Cirrosis

La cirrosis se puede diagnosticar con los siguientes métodos:

  • Tomografía computarizada (CT):
  • Ultrasonido
  • Imágenes por resonancia magnética (MRI):
  • Biopsia por punción del hígado

Una nueva técnica de diagnóstico por imágenes llamada elastografía, que se puede realizar con una ecografía o resonancia magnética, también puede diagnosticar la cirrosis.

Los tratamientos se centran en la causa subyacente. Las opciones incluyen:

En casos avanzados, es posible que se necesite una cirugía o un trasplante de hígado

Cáncer de colon

Se recomienda una colonoscopía para identificar la presencia de un cáncer de colon. Si el paciente tiene cáncer de colon, un examen determina en qué etapa se encuentra el cáncer. El tratamiento del cáncer de colon depende del estadio. La cirugía para el cáncer de colon es apropiada en los estadios I, II y III e implica extirpar la sección de colon que contiene el cáncer y sus ganglios linfáticos asociados. La quimioterapia para el cáncer de colon es necesaria en el estadio IV y si las células cancerosas se han diseminado hacia los ganglios linfáticos o más allá. Cada cáncer de colon es único y el tratamiento requiere un enfoque individualizado determinado por el cirujano y un especialista en oncología. Obtén más información sobre la atención del cáncer en Atlantic Health System >

Diverticulitis

Intervenimos en pacientes que presentan episodios recurrentes de diverticulitis. También intervenimos cuando los pacientes desarrollan complicaciones, como perforaciones. Las operaciones que ofrecemos para la diverticulitis se realizan por vía laparoscópica.

Cáncer de esófago

El diagnóstico preciso para detectar el cáncer de esófago se realiza de tres formas:

Estos diagnósticos se utilizan para determinar el alcance de la enfermedad. Son fundamentales para determinar la mejor estrategia de tratamiento.

Los avances en las técnicas quirúrgicas permiten establecer estrategias de tratamiento individualizadas. Utilizamos abordajes toracoscópicos mínimamente invasivos (VATS o cirugías torácicas videoasistidas) y laparoscópicos cuando sea apropiado. 

Cálculos biliares

Los cálculos biliares normalmente se detectan mediante ecografías. A veces también se observan en tomografías computadas y resonancias magnéticas.  Una vez que la vesícula biliar ha formado cálculos, seguirá haciéndolo, incluso aunque estos se extraigan. Por lo tanto, el tratamiento consiste en extirpar la vesícula biliar. El abordaje laparoscópico ha hecho que la colecistectomía sea mucho más segura y que la recuperación sea más sencilla. La mayoría de los pacientes se van a su casa inmediatamente después de la operación y reanudan sus actividades habituales en menos de una semana.

Cáncer gástrico

Tu médico puede buscar signos de cáncer a través de una endoscopía. Si se encuentran áreas sospechosas, se puede recolectar un trozo de tejido para analizarlo (es decir, una biopsia). Los diagnósticos por imágenes se utilizan para detectar la presencia de un cáncer de estómago

El tratamiento principal para este estadio del cáncer de estómago es la cirugía. Es posible que se administre quimioterapia o quimiorradiación (quimioterapia y radioterapia conjuntas) antes de la cirugía para intentar reducir el tamaño del cáncer y facilitar su extirpación.

Enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE)

La ERGE se detecta mediante una endoscopía, manometría y monitorización del pH del esófago por 24 horas. La ERGE persistente y no tratada puede tratarse mediante métodos quirúrgicos laparoscópicos o mínimamente invasivos. Uno de estos métodos es la funduplicatura. La mayoría de los pacientes son dados de alta del hospital después de una noche de hospitalización y pueden regresar al trabajo en un plazo aproximado de una semana a diez días.

Hemorragia gastrointestinal

La hemorragia del tubo gastrointestinal superior se puede investigar y tratar con una endoscopía superior. La hemorragia del tubo gastrointestinal inferior se puede tratar mediante una colonoscopía. Para la hemorragia del intestino delgado, podemos realizar una videoendoscopía por cápsula. Este proceso toma fotografías del intestino delgado para identificar la causa del sangrado.

Una vez que se encuentra la causa, se puede llevar a cabo un procedimiento endoscópico especializado conocido como enteroscopía con balón. Este estudio localiza la causa dentro del intestino delgado y la detiene. Cuando no se puede detener la hemorragia por vía endoscópica, se puede utilizar una radiología intervencionistau otras técnicas quirúrgicas.

Hepatitis

La hepatitis puede resolverse por sí sola o puede volverse crónica. Cuando es crónica, puede derivar en una fibrosis (cicatrización), cirrosis o cáncer de hígado. Ofrecemos varias maneras de diagnosticar, controlar, tratar y controlar la hepatitis. El diagnóstico se puede lograr mediante análisis de sangre de rutina, pero a veces requiere una biopsia del hígado. Los tratamientos varían, pero el objetivo siempre es reducir la inflamación y disminuir el riesgo de evolución.

Hepatoesteatosis

El diagnóstico de la hepatoesteatosis a menudo se realiza mediante imágenes. Rara vez se necesita una biopsia del hígado. El tratamiento implica el tratamiento de los factores causales.

Enfermedades inflamatorias del intestino

La EEI (enfermedad inflamatoria intestinal) es una afección inmunitaria crónica asociada a la inflamación dentro de las vías digestivas. La enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa son las formas más frecuentes de EII. Los síntomas con los que se presenta incluyen diarrea, dolor abdominal, sangrado rectal y pérdida de peso. En ocasiones, los dolores articulares y las afecciones cutáneas son los primeros síntomas de la EII.

Para llegar a un diagnóstico de EII, se realizan análisis de sangre, pruebas de heces y estudios de diagnóstico por imágenes específicos. Las imágenes incluyen enterografías específicas como una resonancia magnética y una tomografía computada dirigidas a los intestinos. Además, se realiza una colonoscopia o una endoscopia para completar la evaluación. Una vez hecho el diagnóstico, existen múltiples opciones de tratamiento que se pueden tomar en forma de píldora, por vía intravenosa o inyectables.

Al momento de elegir la vía de tratamiento adecuada, se tienen en cuenta varios factores, que siempre ponen al paciente en el centro de la conversación, abordando todas las preguntas e inquietudes de los pacientes. En ocasiones, la cirugía es necesaria en la primera etapa del diagnóstico o en la etapa tardía de la enfermedad. Cirujanos especializados, llamados “cirujanos colorrectales”, ofrecen los tratamientos quirúrgicos más recientes, a menudo usando el enfoque menos invasivo, como la laparoscopia. Estos procedimientos suelen ser terapéuticos y, a veces, curativos de la enfermedad. 

Obtén más información sobre el programa de Enfermedades Inflamatorias Intestinales >

Síndrome del intestino irritable

Si bien el síndrome del intestino irritable (SII) puede causar malestar, no daña los intestinos. Muchas personas creen que el SII es lo mismo que la enfermedad inflamatoria intestinal, pero no es así. El SII describe a todos los pacientes que experimentan inflamación en su tubo gastrointestinal.

Las pruebas para detectar el SII pueden incluir muestras de heces, extracción de sangre y radiografías. Tu médico también puede realizar una prueba llamada sigmoidoscopía o colonoscopía. La mayoría de las personas diagnosticadas con SII pueden controlar sus síntomas con dieta, manejo del estrés, probióticos y medicamentos.

Cáncer de hígado

Los análisis de sangre podrían revelar un cáncer de hígado. Se pueden recomendar pruebas de diagnóstico por imágenes, como una ecografía, una tomografía computada y una resonancia magnética, y la extracción de una muestra de tejido hepático para su análisis (es decir, una biopsia). Si la lesión cancerosa se encuentra dentro de un área definida en el hígado, la cirugía puede ser curativa. Otras opciones de tratamiento incluyen ablación, embolización o ambas para el caso de los tumores del hígado. Otras opciones pueden incluir terapia dirigida, inmunoterapia, quimioterapia (ya sea por vía sistémica o por infusión en la arteria hepática) o radioterapia.

Obesidad mórbida

En general, se considera que una persona tiene obesidad mórbida si su índice de masa corporal (IMC) es mayor o igual a 40, o si tiene más de 100 libras de sobrepeso. El IMC se calcula en función de la altura y el peso de la persona. La obesidad mórbida se puede tratar eficazmente con técnicas quirúrgicas laparoscópicas o mínimamente invasivas que implican una gastrectomía en manga o cirugía de bypass gástrico. La mayoría de los pacientes pueden darse de alta del hospital después de una noche de hospitalización y pueden regresar al trabajo en un plazo de una semana a diez días.

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Cáncer de páncreas

Las técnicas utilizadas para diagnosticar el cáncer de páncreas incluyen ecografías, tomografías computadas, resonancias magnéticas y, a veces, tomografías por emisión de positrones. El tratamiento principal para el cáncer de páncreas es la cirugía. Es posible que se administre quimioterapia o quimiorradiación (quimioterapia y radioterapia conjuntas) antes de la cirugía para intentar reducir el tamaño del cáncer y facilitar su extirpación.

Cuando el cáncer de páncreas se ha diseminado, existen otras formas de tratamiento, que incluyen la quimioterapia (con o sin terapia dirigida), tratamientos paliativos para aliviar el dolor, como bloqueos nerviosos y otros tipos de atención complementaria; cirugía paliativa o colocación de una endoprótesis para desviarse de las áreas bloqueadas en los conductos o el intestino delgado.

Pancreatitis

La manifestación inicial de la pancreatitis consiste en dolor y análisis de sangre que muestran una elevación de las enzimas pancreáticas. Luego, se mide la gravedad de la pancreatitis mediante una tomografía computada. Un páncreas inflamado puede provocar hemorragia, infección, acumulación de líquido y necrosis. 

El abordaje de estas complicaciones incluye la embolización de los vasos sangrantes. Usamos técnicas de radiología intervencionista, endoscopía para el drenaje de los quistes, la acumulación de líquido y la eliminación del tejido dañado. Nuestro equipo de especialistas en gastroenterología, cirujanos y especialistas en endocrinología aborda y trata todos los aspectos de la pancreatitis. El tratamiento generalmente incluye insulina y otros medicamentos para controlar el azúcar en sangre. A veces utilizamos el reemplazo de enzimas pancreáticas y la optimización nutricional.

Enfermedad de úlcera péptica

Las úlceras se diagnostican, con mayor frecuencia, a través de una endoscopía superior. También se puede extirpar una biopsia para detectar células anormales, cáncer o una infección con H. pylori. La mayoría de las úlceras se curan por completo con medicamentos. Si no se tratan, pueden causar complicaciones como hemorragia, perforación u obstrucción.

Cáncer de recto

El diagnóstico del cáncer de recto se puede realizar mediante una colonoscopía o examen físico. Una vez diagnosticado, se realizará un estudio exhaustivo para determinar si se ha diseminado a otras partes del cuerpo y, además, para determinar el alcance del cáncer dentro de la pelvis. Se usa una resonancia magnética o ecografía rectal para proporcionar una estadificación preoperatoria.

Según el estadio del cáncer, el tratamiento puede incluir cirugía, quimioterapia o radiación. El tratamiento para el cáncer de recto es altamente individualizado y requiere la participación del cirujano, el especialista en oncología médica y el especialista en oncología radioterápica. Por lo general, se necesita una ileostomía temporaria durante el tratamiento, pero a veces se requiere una colostomía permanente. La mayoría de las cirugías para el cáncer de recto se realizan por vía laparoscópica o robótica y los resultados generales son muy alentadores.

Prolapso rectal

Un examen físico completo suele ser suficiente para distinguir entre un prolapso rectal y hemorroides. Una vez realizado el diagnóstico, el tratamiento casi siempre es quirúrgico. Existen varios enfoques para abordar esta afección. Usamos los métodos de resección, rectopexia o ambos. Tu cirujano te ayudará a decidir qué abordaje es el adecuado para ti. 

Divertículo de Zenker


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