Una úlcera por presión, a veces llamada “escara de decúbito”, es una lesión en la piel y el tejido subyacente, generalmente causada por una presión que no se alivia.
Las úlceras por presión pueden ocurrir cuando estás acostado en la cama o sentado durante largos períodos; y suelen aparecer en los glúteos, las caderas, los talones, los codos o los hombros. Comienzan como áreas enrojecidas, pero pueden dañar la piel y los músculos si no se tratan.
Al trabajar en estrecha colaboración con tu equipo de atención médica, tú o tu ser querido pueden reducir el riesgo de sufrir una úlcera por presión. Nuestro personal de enfermería también realizará evaluaciones de la piel en intervalos regulares durante la estadía en el hospital para ayudar a prevenir úlceras por presión.
¿Qué causa una úlcera por presión?
Las úlceras por presión se producen cuando la presión no aliviada sobre la piel comprime los diminutos vasos sanguíneos que suministran nutrientes y oxígeno a la piel. Cuando la piel no recibe nutrientes y oxígeno durante demasiado tiempo, el tejido puede morir y se forma una úlcera por presión.
Deslizarse en una cama o una silla estira o dobla los vasos sanguíneos, y esto también puede provocar una úlcera por presión. Incluso un ligero roce o fricción en la piel pueden dañar la piel o empeorar una úlcera por presión leve.
Lo siguientes factores aumentan el riesgo de úlceras por presión:
- No poder cambiar las posiciones
- Humedad por pérdida intestinal continua o periódica
- No comer o beber lo suficiente
- Menor conciencia mental o confusión o control de la vejiga
Las úlceras por presión son problemas graves y pueden provocar dolor, una recuperación más lenta de otros problemas de salud o posibles complicaciones (es decir, una infección, dificultad para caminar, etc.).
¿Cómo se puede prevenir una úlcera por presión?
Trabaja con tu equipo de atención médica y sigue los pasos clave que se mencionan a continuación para reducir el riesgo de sufrir una úlcera por presión.
Algunos consejos de prevención pueden no ser adecuados para todos. Si tú o tu ser querido están recibiendo cuidados paliativos, habla con el equipo de atención médica sobre la prevención y el tratamiento de las úlceras por presión. La comodidad puede ser más importante que girar y volver a acomodarse.
- Haz preguntas y ayuda a planificar tu atención
- Explica tus necesidades, deseos e inquietudes
- Ten conocimiento de qué es lo mejor para ti y conviértete en un consumidor informado de atención médica
- Comprende qué y por qué se están haciendo las cosas
- Habla con el personal de enfermería si has tenido una úlcera por presión en el pasado
Pasos clave para la prevención de úlceras por presión
Limita la presión
- Si no puedes moverte en la cama, alguien debe cambiar tu posición al menos cada dos horas.
- Si estás en una silla, tu posición debe cambiarse al menos cada hora.
- Si puedes cambiar tu propio peso, debes hacerlo cada 15 minutos mientras estás sentado.
Reduce la fricción
- Cuando cambies de posición o te muevas en la cama, no tires las sábanas ni las arrastres. Además, no empujes ni las tires con los talones o los codos.
- Evita los movimientos repetitivos, como frotarte el pie sobre las sábanas para rascarte una zona con picazón.
- Evita los cojines con forma de rosquilla, ya que pueden causar lesiones en los tejidos profundos.
- Atlantic Health System ha colocado colchones especiales llamados “superficies de redistribución de presión” en todas las camas para proteger tu piel. Quienes se encuentren en nuestros centros médicos pueden dirigirse al Canal 3 en la televisión para obtener más información.
Cuida tu piel
- Permite que un miembro de tu equipo de atención médica te inspeccione la piel al menos una vez al día.
- Si observas alguna zona enrojecida, morada, dolorosa o irritada, notifica esta situación al personal de enfermería lo antes posible.
- Lávate la piel de inmediato si tiene orina o heces.
- Evita la piel seca con cremas o aceites.
- No frotes ni masajees la piel sobre partes enrojecidas, moradas o irritadas del cuerpo.
Protege tu piel de la humedad
- Informa al proveedor de atención médica si tienes problemas para orinar o defecar.
- Si la pérdida de orina o heces es un problema, usa protectores absorbentes mientras estés en la cama y ropa interior mientras estés fuera de la cama que eliminen la humedad de tu cuerpo.
- Aplica una crema o ungüento para proteger la piel de la orina o las heces.
Mejora tu capacidad para moverte
- Pregunta al personal de enfermería si calificas para un programa de rehabilitación diseñado para ayudarte a mantener o recuperar la independencia y mejorar el movimiento.
Si estás confinado en la cama durante largos períodos
- Habla con el proveedor de atención médica sobre la colocación de un colchón o una cubierta especial.
- Trata de mantener la cabecera de la cama lo más baja posible (a menos que otras afecciones médicas no lo permitan).
- Si necesitas levantar la cabecera de la cama para realizar determinadas actividades, intenta levantarla hasta el punto más bajo posible y durante el menor tiempo posible.
- Pueden usarse almohadas o cuñas de espuma para evitar que las rodillas o los tobillos se toquen entre sí.
- Evita recostarte directamente sobre el hueso de la cadera cuando estés recostado de lado.
- Pueden colocarte almohadas debajo de las piernas desde la mitad de la pantorrilla hasta el tobillo para mantener los talones alejados de la cama. Nunca coloques almohadas detrás de la rodilla.
Si estás en una silla o silla de ruedas
- Habla con tu proveedor de atención médica sobre cómo colocar un cojín en la silla para reducir la presión mientras estás sentado.
- Recuerda que la comodidad y la buena postura son importantes.
*Esta información está pensada como una orientación en función de la investigación basada en la evidencia y las mejores prácticas. Gracias a la Texas Medical Foundation por compartir su material. Proyecto colaborativo de la NJHA para reducir la incidencia de úlceras por presión.
