Si bien cada evaluación ortopédica es diferente, existen muchas pruebas de uso común que un cirujano ortopédico puede considerar al evaluar la condición de un paciente. En el Atlantic Medical Group Center for Orthopedics and Sports Medicine, recomendamos conocer más sobre:
- Una revisión exhaustiva de tu historia clínica: tu historia clínica se toma para ayudar al cirujano ortopédico a evaluar tu salud general y las posibles causas de tu dolor en las articulaciones. Además, ayudará a tu cirujano ortopédico a determinar hasta qué punto tu dolor en las articulaciones está interfiriendo con tu capacidad para realizar las actividades diarias.
- Un examen físico: lo que ve el médico durante el examen físico, que incluye examen de la postura de pie, análisis de la marcha (observar cómo caminas), sentarte y acostarte, ayuda a confirmar (o descartar) el posible diagnóstico. El examen físico también permitirá al cirujano ortopédico evaluar otros aspectos importantes de tus caderas y rodillas, que incluyen:
- Tamaño y longitud
- Fuerza
- Amplitud de movimiento
- Hinchazón
- Reflejos
- Condición de la piel
- Radiografías: las radiografías ayudan a mostrar cuánto daño o deformidad articular existe. Una radiografía anormal puede revelar:
- Estrechamiento del espacio articular
- Quistes en el hueso
- Osteofitos en el borde del hueso
- Áreas de engrosamiento óseo llamadas esclerosis
- Deformidad o alineación incorrecta
En ocasiones, es posible que se necesiten pruebas adicionales para confirmar el diagnóstico. Las pruebas de laboratorio de tu sangre, orina o líquido articular pueden ser útiles para identificar tipos específicos de artritis y descartar ciertas enfermedades. Las radiografías especializadas de la espalda pueden ayudar a confirmar que el dolor de cadera no sea causado por un problema de espalda. Es posible que se necesite una resonancia magnética o gammagrafía ósea para determinar el estado del hueso y los tejidos blandos de la articulación afectada.
Para ayudar al cirujano ortopédico a hacer un diagnóstico, puede ser útil escribir tus respuestas a las siguientes preguntas antes de la cita:
- ¿Dónde y cuándo tengo dolor?
- ¿Hace cuánto tiempo tengo este dolor?
- ¿Tengo enrojecimiento o hinchazón alrededor de mis articulaciones?
- ¿Qué tareas diarias son difíciles de hacer ahora?
- ¿Alguna vez me lastimé la articulación o la usé en exceso?
- ¿Alguien en mi familia tiene problemas similares, como osteofitos en el borde del hueso?
