Clases y eventos Noticias Recibir
avisos
Donar
La historia de Lisa L.

Cuando Lisa L. tenía 11 años, le diagnosticaron escoliosis, una curva de la columna vertebral hacia un lado. Su médico sugirió un enfoque de esperar y observar.

A los 12 años, la curvatura de la columna vertebral de Lisa estaba avanzando. Le colocaron un corsé ortopédico moldeado para que lo usara en la cama todas las noches, lo que hizo durante dos años.

Su médico esperaba que el corsé evitara que la escoliosis de Lisa empeorara. Sin embargo, en cada uno de sus controles anuales durante los siguientes años, se demostró que ese no era el caso. De hecho, resultó que la escoliosis estaba avanzando.

A medida que la curvatura de su columna continuaba empeorando, Lisa empezó a tener dolor de espalda y se sentía avergonzada por su apariencia. Finalmente, a los 22 años, Lisa ya no estaba dispuesta a seguir el enfoque de esperar y observar que su médico de atención primaria seguía recomendando.

Lisa decidió buscar otra opinión. Se reunió con el Dr. Jason Lowenstein, cirujano de columna vertebral y escoliosis y director del Scoliosis and Spinal Deformity Center de Atlantic Health System.

El Dr. Lowenstein examinó a Lisa y descubrió que la curva era ocho grados peor de lo que le habían dicho en un principio. De hecho, su curva ahora era de 46 grados, lo que se considera escoliosis grave.

“No había forma de que el Dr. Lowenstein afirmara si mi curva empeoraría o no. Me informó que no hay análisis de sangre ni nada que se pueda hacer para saberlo con certeza. Pero, al mirar mis registros y cómo evolucionó la curva, pensaba que sí”, dice Lisa.

El Dr. Lowenstein sugirió que era hora de analizar la cirugía para prevenir una mayor deformidad y crear una mejor alineación de su columna vertebral.

Lisa recuerda: “No había prisa inmediata para someterme a la cirugía… pero, cuanto más esperara, más probable sería que la curva empeorara y que la cirugía fuera más extensa.

“El Dr. Lowenstein fue muy tranquilizador cuando explicó lo que tendría que hacer y lo que implicaría la recuperación. El personal de su consultorio también fue un gran apoyo”, dice Lisa. “Él y su equipo respondieron a todas mis preguntas. Una vez que tomé mi decisión, todo el personal me aseguró que todo iba a estar bien. Sabía que estaba en las manos adecuadas”.

Aunque Lisa estaba nerviosa por la cirugía, confiaba enormemente en el Dr. Lowenstein, por lo que decidió operarse el 11 de diciembre de 2017.

Dos días después de la cirugía, Lisa estaba fuera de la cama y caminando por el pasillo del hospital. Aunque requirió bastante ayuda y fisioterapia en las semanas siguientes, se volvió más fuerte, más rápida y más móvil.

Lisa está encantada de haber dejado atrás el dolor y haber vuelto al trabajo. Con solo una leve curva de 17 grados restante, está libre de dolor y su timidez acerca de su apariencia casi ha desaparecido. “Mi espalda realmente se veía rara antes, como si siempre estuviera inclinada hacia un lado”, explica Lisa. “Estaba muy limitada al tipo de estilos que podía usar. ¡Ahora mi espalda parece normal! La idea de la temporada de trajes de baño no me molesta como solía hacerlo. Ahora, me siento mucho más cómoda en mi propia piel y puedo funcionar sin dolor”.


Solicita más información

Usa el formulario para solicitar más información.

Todos los campos son obligatorios.

Ten en cuenta que este formulario es solo para residentes de América del Norte.

Powered by Translations.com GlobalLink OneLink Software