Aprender sobre emergencias pediátricas

En Atlantic Health System Children's Health, entendemos que no siempre es fácil saber cuándo tu hijo necesita atención de emergencia. Una emergencia pediátrica se puede definir como una lesión o enfermedad grave que amenaza la salud de tu hijo o puede causarle un daño permanente. Las emergencias pueden ser de naturaleza tanto física como psicológica con síntomas que pueden incluir:

• Actuar de forma extraña o volverse más retraído y menos alerta
• Inconsciencia o falta de respuesta
• Convulsiones o espasmos rítmicos
• Dificultad para respirar
• Piel o labios de color azul, morado o gris
• Rigidez en el cuello o sarpullido con fiebre
• Dolor creciente o intenso y persistente
• Traumatismo físico que involucra la cabeza, el pecho o el abdomen
• Sangrado de cortes grandes o profundos que no se detiene después de aplicar presión durante cinco minutos
• Quemaduras que son grandes o afectan las manos, la ingle o el rostro
• Lesiones en la cabeza acompañadas por una pérdida del conocimiento, confusión, dolor de cabeza o vómitos

Pregúntale a al pediatra de tu hijo con anticipación qué debes hacer en caso de una emergencia. También puedes considerar tomar un curso de soporte vital básico en tu hospital o escuela local para ayudarte a mantenerte preparado.

En caso de emergencia, mantén la calma:

• Llama al 911 si necesitas ayuda inmediata. Si no tienes servicios de 911 en tu área, llama al servicio de ambulancia de emergencia local o al servicio médico de emergencia del condado.
• Si tu hijo no respira, pídele a alguien con la capacitación adecuada que empiece a administrarle reanimación cardiopulmonar (RCP).
• Llama al centro de intoxicaciones de inmediato si tu hijo ha ingerido un presunto veneno o el medicamento de otra persona, incluso si no presenta signos o síntomas.
• Aplica presión continua en el sitio del sangrado con un paño limpio.
• Coloca a tu hijo en el suelo con la cabeza girada hacia un lado si está teniendo una convulsión. No le metas nada en la boca.
• No muevas a tu hijo lesionado a menos que exista un peligro inmediato.
• Quédate con tu hijo hasta que llegue la ayuda.
• Lleva al hospital cualquier medicamento que tu hijo esté tomando.
• Lleva cualquier presunto veneno u otros medicamentos que tu hijo pueda haber tomado.
• Después de llegar al departamento de emergencias, asegúrate de decirle al personal el nombre del pediatra de tu hijo. Él o ella pueden trabajar en estrecha colaboración con los médicos y enfermeros de emergencias y brindarles más información sobre tu hijo.

Recursos adicionales

• American College of Emergency Physicians 
• American Academy of Pediatrics
• Children's National Health System