Nancy H., fanática del acondicionamiento físico, conoce bien su cuerpo. Es por eso que, cuando comenzó a ver un pequeño bulto en su vientre hace dos años, se preocupó. Cuatro años antes, su obstetra/ginecólogo le diagnosticó fibromas, crecimientos no cancerosos en el útero. Pero, en ese momento, sus fibromas no le causaban ningún problema. “Mi obstetra/ginecólogo pensó que desaparecerían cuando llegara a la menopausia”, dice Nancy, de 54 años.
A principios de 2021, la “barriga” de Nancy creció un poco más. También desarrolló otro problema preocupante: necesitaba ir al baño con frecuencia en medio de la noche. “Literalmente no sentí que tuviera suficiente tiempo para ir al baño o incluso hacer mis necesidades”, dice ella. “Me estaba haciendo sentir mayor de lo que era”.
Nancy quería respuestas. Para conseguirlas, programó una cita con Amish Patel, MD, radiólogo intervencionista especializado en el Atlantic Fibroid Center del Overlook Medical Center. Tomó imágenes que mostraron la causa raíz de los síntomas de Nancy. Tenía cuatro fibromas, y el más grande medía el tamaño de una toronja grande.
Nancy tenía tres opciones. Podía esperar hasta llegar a la menopausia, cuando los fibromas normalmente se encogen. “Pero nadie tiene un número mágico sobre en qué día o año sucederá”, dice ella. Podía someterse a una histerectomía, un procedimiento quirúrgico con mayor riesgo y tiempos de recuperación más prolongados. O podía intentar con la embolización de fibromas uterinos, un tratamiento más nuevo y menos invasivo.
La embolización de fibromas uterinos encoge los fibromas mientras conserva el tejido uterino normal. El Dr. Patel lo realiza usando un catéter insertado por la muñeca. El procedimiento toma menos de una hora, y la mayoría de las personas se recupera por completo en un plazo de 5 a 10 días. “El Dr. Patel sintió que obtendría muy buenos resultados con la embolización de fibromas uterinos”, dice. “Parecía la elección correcta”.
Nancy se realizó la embolización de fibromas uterinos el viernes, 29 de oct de 2021. Se registró en el Overlook Medical Center antes de las 8:00 h y fue dada de alta a las 3:30 de ese mismo día. “La incisión era microscópica”, dice. “Tenía un puntito muy pequeño en la muñeca”. Nancy usó el fin de semana para recuperarse. Para el martes, ya había vuelto al gimnasio.
Tres meses después, Nancy vio una gran mejora en su calidad de vida. “No me levanto por la noche con la frecuencia en que lo hacía, lo cual ya es mucho”, dice ella. “No tengo ese sentido de urgencia, y desapareció la barriga”.
La primera vez que les contó a sus amigas en el gimnasio sobre su experiencia, rápidamente reunió a una multitud a su alrededor. “Muchas mujeres me escucharon, me dijeron que tenían fibromas y que estaban emocionadas de que este tipo de procedimiento pudiera ayudarlas”, dice Nancy. Su consejo para ellas: “Los períodos menstruales abundantes y dolorosos no son los únicos signos de fibromas. Si algo afecta tu vida, debes ser tu propio defensor, investigar, hacer preguntas y conocer tus opciones”.
Solicita más información
Usa el formulario para solicitar más información.
Todos los campos son obligatorios.
Ten en cuenta que este formulario es solo para residentes de América del Norte.
