Un desafío al que los expertos en medicina deportiva a menudo se enfrentan es un deportista que está ansioso por regresar al campo de juego antes de que su lesión se cure por completo. Atlantic Sports Health anima a sus pacientes a resistir este impulso y “confiar en el proceso”: consejo que le dieron a Adrianne P. cuando el dolor de cadera descarriló temporalmente sus objetivos de acondicionamiento físico.
A los 49 años de edad, Adrianne estaba desafiando su edad con vigorosos entrenamientos que la dejaban sintiéndose más fuerte y con más concentración mental que nunca. Honestamente podía decir que estaba en el mejor estado físico de su vida.
El cronograma semanal de Adrianne consistía en seis días de programas de entrenamiento de alta intensidad y un día de descanso. Para reducir la fatiga muscular y el aburrimiento que a menudo viene con una rutina tan exigente, variaba sus ejercicios y buscaba apoyo en otras personas en el gimnasio.
Un día, mientras corría, Adrianne desarrolló un dolor en la cadera que comenzó de a poco y, luego, se intensificó rápidamente. Descansó durante un período breve y probó varios métodos para reducir el malestar, pero nada pareció ayudar. Aunque Adrianne supuso que su lesión no era un gran problema, siguió el consejo de un amigo y concertó una cita en Atlantic Sports Health con el Dr. Damion Martins.
“En el examen, resultó evidente que Adrianne tenía un problema más grande que tan solo un tirón muscular. Sospeché una fractura de cadera”, dice el Dr. Martins, cuyo diagnóstico fue confirmado más tarde por una resonancia magnética.
Adrianne quedó abrumada con la noticia. No solo se sentía traicionada por su cuerpo, sino que también odiaba la idea de perderse sus entrenamientos diarios y no lograr sus objetivos. El Dr. Martins y su equipo, sin embargo, no eran ajenos a trabajar con deportistas que se sienten decepcionados cuando no pueden volver al juego de inmediato. Explicaron su lesión con gran detalle y trazaron un plan de recuperación que abordaba sus ambiciones.
“Entendieron lo que esta lesión significaba psicológica, emocional y socialmente para mí. Realmente me entendieron como deportista”, dice Adrianne.
La inclinación natural de Adrianne era acelerar su rehabilitación física, pero sus médicos le aconsejaron enfáticamente que tuviera paciencia. Acelerar el proceso solo disminuiría su recuperación a largo plazo.
“No puedo negar que, aun así, intenté presionarme un poco, pero aprendí a ser paciente y confié en ellos por completo”, dice Adrianne.
Esa confianza dio sus frutos. Tres meses después, Adrianne estaba de regreso en el gimnasio, recuperando su resistencia y fuerza.
“Estoy muy agradecida con el Dr. Martins y su equipo”, dice ella. “No solo arreglaron mi cadera. Me hicieron sentir increíblemente apoyada y realmente se involucraron en todos los aspectos de esta lesión y mi recuperación”.
Ahora, Adrianne participará en su primera media maratón y, a pesar de lo emocionada que está por llegar a la línea final, ha aprendido que un poco de paciencia con su cuerpo es muy útil para lograr el éxito.
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