La historia de Anne

Cuando estaba lista para dar a luz por primera vez hace 17 años, Anne O. se dirigió a un gran hospital universitario en la ciudad de New York. Si bien siempre recordará la alegría de que naciera su hija mayor, su experiencia con el trabajo de parto y el parto estuvo lejos de ser ideal.

“Me dijeron que había más partos de lo normal ese día”, dice. “Entré en trabajo de parto en la sala de espera. Una vez que llegué a una habitación, los médicos y enfermeros entraban y salían constantemente. Fue caótico”.

Por eso, cuando Anne volvió a quedar embarazada menos de un año después, buscó una experiencia diferente. “Sabía que quería estar en un entorno más pequeño y pacífico”, dice. Eligió el centro de maternidad de Chilton Medical Center. De inmediato, supo que había tomado la decisión correcta.

“Me encantó la idea de que tuvieras al mismo personal de enfermería hasta el parto”, dice. “Esa experiencia personalizada significó mucho para mí”.

La experiencia significó tanto que Chilton se convirtió en el hospital favorito de Anne. Hoy en día, es la orgullosa madre de siete hijos, que tienen entre 7 y 17 años. Seis de ellos nacieron en Chilton, la mayoría de sus partos asistidos por el Dr. Steven Domnitz, obstetra y ginecólogo. “Él es muy tranquilo”, dice Anne. “Supe que podía confiar en él, desde el principio, y sigue siendo uno de mis médicos hasta el día de hoy”.

De su experiencia con el trabajo de parto y el parto en Chilton, Anne recuerda más los detalles especiales. Eso incluye el área de juegos para niños y la comida de celebración, una ocasión en la que el personal sirve una cena especial para los padres de bebés recién nacidos en la segunda noche de su estadía en el hospital. “Fue un gesto realmente agradable”, dice.

Si bien su última experiencia de maternidad en el centro médico fue en 2013, Anne todavía recurre a Chilton para atender las necesidades de atención médica de ella y de su familia, y les dice a sus amigos que hagan lo mismo. “Cada vez que mis hijos necesitan atención de emergencia, siempre digo ‘Voy a Chilton’”, dice. “Es conveniente, está cerca de casa y es mucho más personal que otros hospitales”.