Bebemos por muchas razones. Las bebidas alcohólicas alteran nuestro estado de ánimo y nos hacen sentir más relajados, seguros e incluso menos preocupados o ansiosos. Sin embargo, aunque el alcohol puede tener un impacto positivo a corto plazo, los estudios demuestran que las personas que beben alcohol en exceso son especialmente vulnerables a desarrollar problemas de salud mental.
El consumo de alcohol para lidiar con las dificultades de la vida se considera una forma de automedicación. Pero, en realidad, tiene el efecto contrario al deseado. Beber demasiado y con demasiada frecuencia provoca depresión, dificultades en las relaciones, comportamientos de riesgo, hábitos de sueño irregulares y lesiones físicas; todo esto contribuye a una mala salud mental. El estado mental alterado es solo una solución temporaria. Cuando aparecen síntomas de abstinencia, generan una acumulación de angustia sobre el cerebro, el cuerpo, las actividades y las relaciones.
Dependencia del alcohol
Las personas que dependen del alcohol desarrollan una alta tolerancia. Esto significa que han activado un ciclo: cuanto más beben, más lo anhelan. Para que las personas con dependencia del alcohol se sientan bien, o para evitar sentirse mal, han llegado a un punto en el que deben seguir bebiendo.
Cuando dependes del alcohol para adormecer la ansiedad, esto reduce la capacidad del cerebro para trabajar o tolerar los sentimientos difíciles de forma natural. En consecuencia, las personas beben más alcohol para lidiar con su continua ansiedad. Según investigaciones recientes, muchas personas que consumen alcohol para minimizar la ansiedad y la depresión beben casi todos los días y creen que sería difícil dejarlo.
Negación de la adicción
La mayoría de las personas que tienen problemas de abuso de sustancias y alcoholismo lo niegan. Subestiman su capacidad para controlar sus deseos o de abandonar el hábito por completo. También minimizan la cantidad de alcohol que beben porque aún pueden llevar a cabo sus responsabilidades diarias. Entonces, ¿cómo sabes si tú o un ser querido tienen un problema? Presta atención a tus deseos de beber alcohol y a cuánto consumes. Un aumento de los conflictos en las relaciones, una disminución del desempeño académico o laboral, o un incremento de los comportamientos nocivos significa que es hora de reevaluar tus prioridades u obtener ayuda.
Los beneficios de la abstinencia
Los influenciadores, anfitriones de fiestas, bares y restaurantes están ampliando sus cartas de bebidas alcohólicas con opciones de bebidas sin alcohol modernas y sabrosas conocidas como “mócteles”. Estas opciones saludables y refrescantes sustituyen algunos cócteles tradicionales, y para quienes las eligen, estos son los beneficios para su cuerpo.
- Piel con mejor aspecto: la abstinencia del alcohol restaura la elasticidad.
- Mejor sueño: el alcohol afecta el ciclo sueño-vigilia y hace que sea más difícil dormirse y permanecer dormido.
- Peso más saludable: el alcohol afecta negativamente el metabolismo y está lleno de azúcares y calorías vacías.
- Mejor salud mental: abstenerse de consumir alcohol puede permitir un tratamiento de salud mental más enfocado.
- Inmunidad mejorada: el alcohol impide la producción de glóbulos blancos, lo que dificulta la lucha contra virus y bacterias.
- Nutrición mejorada: el alcohol interfiere en la digestión, el almacenamiento, la utilización y la excreción de nutrientes, y muchos bebedores están desnutridos.
- Menor riesgo de cáncer: el alcohol es un carcinógeno conocido y aumenta el riesgo de múltiples tipos de cáncer.
Más del 86 % de los estadounidenses disfruta del alcohol de vez en cuando. Para muchos, nunca es un problema; para otros, beber puede hacer que su vida se salga de control y dar lugar a problemas de salud física y mental. Replantearse el consumo de alcohol es una buena idea para todos.
Si te preocupan tus hábitos de consumo de alcohol o los de un ser querido, llama al 1-800-662-HELP.
