Las visitas al área de emergencias se habían vuelto frecuentes para Kenneth B., de 27 años de edad, de Clifton, New Jersey. Kenneth, exatleta de pista universitario en su último año de facultad de fisioterapia, no podría haber imaginado que entraría y saldría con regularidad de la sala de emergencias debido a sus problemas cardíacos.
Todo comenzó con un latido cardíaco irregular.
Kenneth sintió su primer gran miedo a los 23 años de edad, mientras entrenaba para correr. “Me di cuenta de que mi corazón latía demasiado rápido”, dice. “Estaba fuera de control, a 180 latidos por minuto, y sentía que se me salía del pecho. Me desmayé y, cuando me desperté, estaba llegando una ambulancia. Alguien me vio cuando me desmayé y llamó al 911”.
Pruebas genéticas y tratamiento
Durante esa estadía en el hospital, los médicos lograron que el corazón de Kenneth volviera a latir a un ritmo normal. Además, encontraron la causa de su afección cardíaca: una mutación genética rara llamada “miocardiopatía no compactada”, que impidió que su corazón se desarrollara completamente al nacer. Esto significaba que el corazón de Kenneth estaba gravemente comprometido; y a medida que él crecía, la enfermedad lo ponía en riesgo de presentar insuficiencia cardíaca congestiva temprana y muerte cardíaca súbita.
Kenneth trabajó con un especialista en insuficiencia cardíaca los siguientes años. La cardioversión corrigió sus irregularidades de AFib (fibrilación auricular). Tenía un desfibrilador implantado quirúrgicamente para que el corazón volviera a latir a ritmo normal si fallaba. Además, tomaba medicamentos fuertes y programas de rehabilitación cardíaca para mantener su corazón nativo lo más sano posible.
Las preocupaciones sobre la insuficiencia cardíaca siguen creciendo
A pesar de todas estas intervenciones, el corazón de Kenneth se debilitó; las visitas al hospital se volvieron más frecuentes; y era evidente que su corazón estaba fallando. Kenneth dejó de estudiar y se mudó a New Jersey para recibir apoyo familiar. Además, obtuvo un trabajo en Morristown Medical Center en Servicios de Comidas. Un día mientras trabajaba, Kenneth recuerda sentir un dolor en el pecho que se volvió demasiado intenso.
Llamó a su médico de atención primaria, quien creía que los síntomas indicaban insuficiencia cardíaca aguda. Cuando Kenneth llegó al departamento de emergencias, fue ingresado inmediatamente en la Unidad de Cuidados Intensivos Cardíacos.
Un especialista en insuficiencia cardíaca toma el control
El ecocardiograma de Kenneth reveló que la función de bombeo de su corazón era menor al 5 %, es decir, se había deteriorado gravemente. El Dr. Amirali Masoumi, director del Cardiogenic Shock Program, y su equipo multidisciplinar, brindaron atención rápida y colaborativa para ayudar al corazón de Kenneth.
“Implantamos quirúrgicamente un dispositivo que salva vidas y que nos gusta llamar ‘puente’, mientras se evaluaba si Kenneth era candidato para recibir un trasplante de corazón”, dice el Dr. Masoumi. “Una bomba cardíaca temporal es una bomba mecánica para pacientes con insuficiencia cardíaca terminal. Para algunos, este dispositivo puede recuperar un corazón que falla; pero, para Kenneth, solo podría darnos tiempo. El corazón nativo de Kenneth no podía salvarse”.
El traslado a NYU Langone Health
Morristown Medical Center y la NYU (New York University) colaboran para acelerar la atención de trasplante para los pacientes que reúnen los requisitos. En el plazo de una semana desde su ingreso en Morristown, se trasladó a Kenneth a la NYU y se lo colocó en la lista de espera para un trasplante de corazón. Solo unas semanas después del trasplante, el pasillo del hospital de la NYU estalló de aplausos por el alta de Kenneth. Había adelgazado 20 libras y tenía mucho trabajo por delante para recuperar su fuerza y evitar que su cuerpo rechazara el nuevo corazón. Pero estaba vivo.
Kenneth recuerda: “El movimiento fue muy doloroso al principio, pero inmediatamente sentí la diferencia de un corazón que funcionaba en comparación con otro que se estaba muriendo”.
Una renovación de la vida
Aunque Kenneth desea saber más sobre su generoso donante, los médicos le dicen que aún es demasiado temprano para conocer a la familia. Permanece bajo el cuidado de NYU Langone Health, pero, como parte de la colaboración entre los hospitales, en breve reanudará la atención cardíaca en Morristown Medical Center con el equipo de Heart Success e Insuficiencia Cardíaca.
Con una nueva oportunidad para vivir, Kenneth no ha perdido nada de tiempo. Se casó con Shannon, su prometida desde hace mucho tiempo; y consiguió un trabajo como ayudante de fisioterapia mientras estudia para el examen de PTA (asistente de fisioterapeuta) para obtener su licencia.
“Todos los días son una bendición”, dice Kenneth. “Mi fe realmente me ayudó; y estoy muy agradecido a muchos, por tanto. Ahora solo quiero vivir una vida de servicio para mostrar la gratitud que siento por esta segunda oportunidad que me han dado”.
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