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La disección de la arteria carótida es una de las causas más comunes del accidente cerebrovascular en los adultos más jóvenes. Si la afección no se trata de inmediato, podría provocar parálisis e incluso la muerte.

Lindsey Singh comprende la inmediatez. La madre de 31 años y madre de dos hijos de Flanders experimentó alteraciones de la visión en su ojo derecho durante una clase de spinning.

“Supe de inmediato que algo no estaba bien”, dice Lindsey, que estaba familiarizada con los síntomas de un accidente cerebrovascular después de un accidente isquémico transitorio tres años antes. “Primero fue mi visión; después mi lado derecho se debilitó. De una manera extraña, el episodio anterior me alertó para actuar con rapidez”.

Lindsey y su esposo, Avtar, fueron de inmediato a Hackettstown Medical Center, donde una tomografía computada seguida de una angiografía por tomografía computada reveló un desgarro en la arteria carótida. Estaba obstruida en un 90 por ciento.

“Es raro que alguien tan joven tenga síntomas de un accidente cerebrovascular, por lo que omitir el diagnóstico habría sido catastrófico”, dice el médico del departamento de emergencias de Hackettstown, Maulik Trivedi, MD.  

Lindsey fue trasladada en helicóptero médico al Stroke Center en el Overlook Medical Center en Summit, donde se sometió a varias angiografías para evaluar sus arterias antes de que los especialistas en accidentes cerebrovasculares le colocaran una endoprótesis en el cuello para abrir la obstrucción.

Su brazo derecho se entumeció, su habla se entrecortó y estaba confundida, todos indicadores de un accidente cerebrovascular traumático inminente. “Sentí que nuestras vidas estaban al borde de desmoronarse, y luego el Dr. Saphier se unió al equipo médico de Lindsey”, dijo Avtar.

Paul Saphier, MD, neurocirujano del Overlook Medical Center, recomendó un procedimiento complejo que ofrecería a Lindsey las mayores probabilidades de sobrevivir. La cirugía de alto riesgo evitó con éxito un accidente cerebrovascular debilitante.

Después de la cirugía, Lindsey tuvo una recuperación impresionante. Evolucionó rápidamente con la terapia, y daba pasos y hablaba con fluidez al cabo de un mes. Solo seis meses después de la cirugía, reanudó gran parte de su vida normal y está progresando en la última etapa de la terapia para fortalecer su brazo y mano derechos.

La sobreviviente de accidente cerebrovascular, Lindsey S., con su familia

“No puedo agradecerles lo suficiente a todos… los médicos y enfermeros de Hackettstown y Overlook fueron maravillosos”, dice Lindsey. “Me ayudaron a recuperar mi vida. No estaría aquí hoy para mis hijos si no fuera por el Dr. Saphier. Siempre estaré agradecida”.


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