Pruebas y evaluaciones de diagnóstico de trastornos cognitivos y de la memoria

Los cambios en la memoria a menudo progresan lentamente, lo que puede dificultar la evaluación de si son el resultado de un envejecimiento normal o una afección más grave. En todos los casos, un diagnóstico preciso en las primeras etapas de la enfermedad neurodegenerativa es la clave para mantener la calidad de vida de los pacientes y sus cuidadores. Consulta una lista de preguntas sobre pérdida de memoria que pueden ayudar a determinar si puede ser necesaria una evaluación profesional >

En el programa Memory and Cognitive Disorders Program de Atlantic Health System Neuroscience, el diagnóstico comienza con una evaluación integral de la historia clínica del paciente y un examen neurológico. Esto puede ir seguido de pruebas neuropsicológicas e imágenes cerebrales, según el nivel de pérdida de memoria. En algunos casos, se necesitan pruebas más extensas o especializadas.

Hemos reunido un equipo multidisciplinario de expertos que brindan atención especializada para los trastornos cognitivos y de la memoria. El diagnóstico comienza con una evaluación exhaustiva de los antecedentes médicos del paciente y un examen neurológico. Esto puede ir seguido de pruebas neuropsicológicas e imágenes cerebrales, según el nivel de pérdida de memoria. En algunos casos, se necesitan pruebas más extensas o especializadas.

Nuestro equipo multidisciplinario incluye:

• Neurólogos
• Neurocirujanos
• Neuropsicólogos
• Enfermeros practicantes y asistentes médicos
• Enfermeros capacitados en trastornos cognitivos y de memoria
• Neurorradiólogos
• Trabajadores sociales
   

Pruebas neuropsicológicas

Una evaluación neuropsicológica consta de dos partes: la entrevista clínica y la administración de la prueba. Durante la entrevista clínica, el neuropsicólogo se reúne con el paciente (y a menudo con familiares o cuidadores) para analizar los cambios percibidos en la memoria y otros aspectos del pensamiento y obtener información sobre la historia clínica, los antecedentes familiares, los antecedentes educativos/laborales, así como cualquier cambio en el estado de ánimo o el comportamiento. La segunda parte de la evaluación se lleva a cabo individualmente con el neuropsicólogo y el paciente. El neuropsicólogo administra pruebas estandarizadas para evaluar habilidades cognitivas como la memoria, la atención y el lenguaje. El desempeño del paciente se compara con el de sus pares de la misma edad para determinar áreas de fortaleza o debilidad y proporcionar un diagnóstico basado en el patrón de los resultados. Después de la evaluación, el neuropsicólogo proporciona un informe que incluye recomendaciones de tratamiento, como estrategias de memoria y recursos de apoyo para el paciente y el cuidador.

Imágenes cerebrales

La demencia, la enfermedad de Alzheimer y otros trastornos neurodegenerativos son afecciones complejas que a menudo requieren más de una prueba para diagnosticarse correctamente. Es por eso que, además de las evaluaciones y las pruebas cognitivas, podemos recomendar imágenes cerebrales, como resonancia magnética, tomografía por emisión de positrones y tomografía computada.

Una vez que se completan las pruebas, se proporciona un resumen detallado de los hallazgos y los tratamientos recomendados. Si es posible, el paciente debería estar acompañado por miembros de la familia o amigos cercanos para brindar información y apoyo adicionales. Se deben señalar a nuestra atención los resultados de cualquier evaluación anterior.