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Los futuros padres Michael G. y Marie M. de Westfield, New Jersey, pensaron que tenían mucho tiempo para casarse antes del nacimiento de su primer hijo. El bebé, sin embargo, tenía otros planes.

Cuando Marie rompió fuente tres semanas antes de lo previsto, la pareja se apresuró a ir al Morristown Medical Center. La salud y la seguridad de la madre y el bebé eran primordiales, pero había otro tema que preocupaba a los futuros padres. No querían que el certificado de nacimiento mencionara a Michael como prometido. Como ya tenían su licencia para contraer matrimonio, Michael y Marie le preguntaron al personal del centro de maternidad si habría alguna forma de casarse en el hospital. En un abrir y cerrar de ojos, el personal de enfermería se convirtió en los organizadores de la boda.

Michael y Marie con su bebé en el Morristown Medical Center

“Todos fueron increíbles”, dice Michael. “Los enfermeros estaban revolucionados: uno intentaba ordenarse en línea, otro salió a buscar flores para un ramo, otros monitorizaban a Marie y los signos vitales del bebé”.

Al final, un capellán de guardia en el centro médico pudo oficiar la ceremonia.

“Fue como una verdadera ceremonia. Nuestras mamás estaban ahí. Teníamos flores. Intercambiamos votos. Fue hermoso”, dice Michael.

La luna de miel, sin embargo, tendría que esperar. Menos de un minuto después de que Michael besara a su novia, Marie fue trasladada al quirófano para realizar una cesárea y Michael Preston G. nació con sus padres recién casados.

“No podríamos estar más bendecidos y agradecidos”, dice Marie. “No puedo creer que esta sea nuestra historia”.


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