Cuando se produjo un infarto de miocardio potencialmente fatal en medio de una noche de invierno, fue necesario que un equipo de expertos médicos trabajara en tándem a muchas millas de distancia para salvar la vida de Bill S.
“Bill tuvo uno de los tipos de infartos de miocardio más peligrosos y requirió técnicos de emergencias médicas especialmente capacitados y equipo especial para mantenerlo con vida hasta que llegara al hospital”, dice David James, MD, un cardiólogo que trabaja tanto en el Morristown Medical Center como en el Newton Medical Center. “El tiempo era esencial”.
Los primeros de muchos que salvaron la vida de Bill fueron los técnicos médicos de emergencia durante el viaje en ambulancia al Departamento de Emergencias del Newton Medical Center. Dos veces le administraron descargas que preservan el músculo cardíaco para devolverle el ritmo al corazón.
“No recuerdo todos los detalles”, dice Bill, de 65 años, un semijubilado jovial y activo que vive en Wantage, Nueva Jersey. “Pero sé que había muchas, muchas personas a mi alrededor y sabían lo que estaban haciendo”.
Una vez en el Newton Medical Center, el personal administró otro tratamiento que le salvó la vida, el fármaco anticoagulante conocido como tPA, que abrió parcialmente las arterias bloqueadas de Bill. Luego lo prepararon para su traslado al Morristown Medical Center, donde un equipo especializado en este tipo de infarto de miocardio, llamado “infarto agudo de miocardio con elevación del segmento ST”, estaba preparado y esperando su llegada.
“Nuestro equipo de infarto agudo de miocardio con elevación del ST está disponible para pacientes como Bill las 24 horas del día, los 7 días de la semana”, dice el Dr. James. “Aunque su músculo cardíaco ya no se estaba muriendo, todavía tenía una peligrosa obstrucción del 95 por ciento en una arteria que teníamos que limpiar”.
Usando un catéter y endoprótesis, James y su equipo repararon con éxito el flujo sanguíneo.
A pesar de la dramática urgencia de esa noche de diciembre de hace dos años, Bill en seguida reanudó su estilo de vida activo. Además de practicar senderismo, ciclismo y kayak, regularmente contribuye con su diseño gráfico y su talento como jardinero maestro a organizaciones sin fines de lucro del área, como Heaven Hill Farm en Vernon, Nueva Jersey.
También ha dejado algunos hábitos poco saludables en pos de su corazón, pero ¿su lado jovial? Ese no se va a ninguna parte.
“Treinta años de tabaquismo terminaron esa misma noche. Y puede que no palee la nieve como solía hacerlo, pero ¿quién quiere hacer eso de todos modos?”, dice.
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