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La historia de Lynn

¿Ocho semanas de recuperación o volver al trabajo en una sola? La elección fue muy clara para Lynn M. cuando fue aprobada para un estudio clínico que utilizaría un procedimiento mínimamente invasivo para reemplazar su válvula cardíaca defectuosa.

Cuando Lynn se enteró por primera vez por su proveedor de atención primaria que tenía un soplo cardíaco, se sorprendió porque no tenía síntomas y se sentía muy bien. Finalmente, tomó medidas varios meses después, cuando su endocrinólogo la convenció de que acudiera a un cardiólogo. Él confirmó que Lynn necesitaría una nueva válvula aórtica en algún momento en el futuro cercano y recomendó monitorizarla de cerca por el momento.

Al año siguiente, una prueba de esfuerzo nuclear y un ecocardiograma mostraron que su válvula cardíaca estaba empeorando y necesitaba cirugía correctiva. El cardiólogo de Lynn explicó que el procedimiento requeriría una gran incisión para abrirle el pecho y que podía esperar un período de recuperación de ocho semanas. Además, recomendó un hospital con el que ella no estaba muy familiarizada.

Lynn dudó al escuchar esta información y decidió consultar a una cliente de confianza que resultó ser médica. Ella recomendó firmemente el Morristown Medical Center por su reputación de promover avances en la atención cardíaca.

Lynn se reunió con John Brown, MD, titular de la cátedra Grant V.S. Parr, División de Cirugía Cardiovascular, y Vicedirector de Medicina Cardiovascular en el Morristown Medical Center, quien reiteró que necesitaría que le reemplazaran la válvula aórtica. Antes de la cita, Lynn investigó un poco y se enteró de un nuevo procedimiento mínimamente invasivo: TAVR (reemplazo de válvula aórtica transcatéter), que fue aprobado para pacientes considerados de riesgo demasiado alto para procedimientos a corazón abierto. Le preguntó al Dr. Brown: Si podía ayudar a una persona mayor y menos sana, ¿por qué no a ella? Él le proporcionó información sobre un estudio clínico abierto que podría permitirle recibir TAVR y la posterior recuperación más fácil y más corta que deseaba.

Después de una consulta con Philippe Genereux, MD, cardiólogo de renombre internacional y Codirector del Valve & Structural Heart Center en el Morristown Medical Center, Lynn descubrió que reunía los requisitos para el estudio y estaba encantada.

“¡No necesitaba que me rompieran el pecho!”, exclama.

Más tarde ese año, Lynn recibió el procedimiento TAVR con resultados exitosos.

“Cuando desapareció el efecto de la anestesia, me sentí lo suficientemente bien como para bailar”, dice. “No necesitaba ningún analgésico. No podía creer que todo lo que tenía era un pequeño vendaje y, al día siguiente, uno aún más pequeño. Fue en verdad un proceso asombroso, absolutamente asombroso. Durante todas las citas, las pruebas y, por último, el procedimiento, todos en el Morristown Medical Center me hicieron sentir muy cómoda y a gusto. Sabía que todo iba a salir bien”.

Como era de esperar, Lynn regresó al trabajo en ocho días, no en ocho semanas, pero el mayor beneficio de TAVR para ella fue su tranquilidad.

“¡Estoy sana y fue fácil!”, dice.


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