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La historia de Bob

Bob L. y su hijo sonríen después de la recuperación de Bob del COVID-19

En abril, Bob L., residente de Sparta, Nueva Jersey, de 62 años, estaba fatigado, tenía tos y no comía. Tuvo una fiebre de 102 grados durante ocho días, con sudoración, escalofríos y temblores durante la noche. Luego perdió el sentido del gusto y el olfato. Pero pensó que podría aguantar en su casa.

Amor y consejos familiares

“Mi familia me presionaba para que fuera a ver a mi médico. El 19 de abril, mi esposa y mis hijos me suplicaron que hiciera una cita, y así lo hice. El 20 de abril, mi médico me examinó y me dijo que, dados mis síntomas, tenía que ir al hospital de inmediato”. Bob eligió ir directamente al Newton Medical Center.

Newton Medical Center emplea “ángeles de la guarda”

Bob recibió atención crítica de inmediato: desde atención de enfermería continua, monitoreo cardíaco y oxígeno disponible hasta compasión, e incluso café a las 3:00 h h.

“Estaba despierto, toqué el timbre de la enfermera, que se llamaba Kristine. Le pedí un café. Kristine regresó con el café y unas galletas. Se sentó y me habló. Me dijo que iba a estar bien. Que iba a vencer esto y que no me rindiera. Sé que tenía mucho trabajo que hacer y otros pacientes que ver, pero se quedó conmigo y me ayudó a sentirme mejor. Un ángel de la guarda”, comenta Bob.

“El personal de enfermería y todos en 2 West siempre tenían una sonrisa en sus rostros y una palabra amable, sin importar la hora del día”, dice Bob. “Siempre decían ‘¿Qué puedo ofrecerte? ¿Te puedo ayudar en algo?’. Me animaron a seguir luchando contra el virus y se aseguraron de que estuviera cómodo en todo momento”.

Todos los hijos de Bob nacieron en Newton, y él recibió una atención igual de buena hace más de 27 años, cuando nació su primer hijo. También le realizaron una cirugía menor en el hospital y sabía que era el lugar al que debía ir si estaba enfermo.

Médicos preparados para el COVID-19

La doctora en osteopatía, Gina Marie Fioriti, visitó a Bob todos los días. Su plan de recuperación se estaba afianzando y, para el 24 de abril, sus síntomas habían disminuido. “Mi respiración mejoró y me recuperaba día a día. Hoy estoy aquí gracias al trabajo de la Dra. Fioriti y a la gracia de Dios”, dice Bob agradecido.

La Dra. Fioriti visitó a Bob una mañana. Le dijo: “¿Pueden llevarte a casa? Si las cosas siguen como están, te podremos dar el alta el lunes”. Bob se sentía mejor e hizo planes para irse a casa. “La Dra. Fioriti y su constante atención básicamente me salvaron la vida. Qué persona tan maravillosa y qué médica tan dedicada”, dice Bob.

“Hubiera sido fácil para ellos renunciar a mí. Pero no lo hicieron”, exclama Bob. “Nunca podré agradecer lo suficiente a los médicos y enfermeros por acompañarme y ganar la lucha contra este virus. Les debo la vida y estaré eternamente agradecido”.

Bob aconseja que, si estás buscando un hospital para tener un bebé, una cirugía menor o enfrentar una enfermedad, el Newton Medical Center debe ser tu opción.

“El Newton Medical Center me salvó la vida. Deben ser los mejores para vencer esta enfermedad. Desde los médicos y el personal de enfermería hasta el servicio de limpieza y comida, sabían cómo cuidar a una persona muy enferma y cómo mejorarme física y emocionalmente. Siempre estaré agradecido”, dice Bob.

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