Apoyo a toda hora y en todo momento para nuestros pacientes más jóvenes
La mayoría de los niños de la escuela primaria nunca han pasado una noche en un hospital más allá de la sala de maternidad, lo cual, por supuesto, no recuerdan. Pero con solo cinco años, a Juliet N., de Mountain Lakes, New Jersey, le diagnosticaron leucemia.
La familia de Juliet recurrió al personal de Goryeb Children’s Hospital y a Valerie Fund Children's Center para ayudarlos durante este intenso período. “Durante los primeros 10 meses”, dice la madre de Juliet, Gina, “estuvimos allí al menos una o dos veces por semana para realizar cirugías, pruebas, quimioterapia, transfusiones de sangre y visitas al médico”.
Además de sus pernoctaciones, algunas visitas regulares durarían desde las 8:00 hasta las 16:00 h. “Pasamos de no saber nada sobre Goryeb”, dice Gina, “a saberlo todo. Gracias al cuidado y la compasión que nos mostraron, crearon un gran ambiente durante un momento muy difícil”. Incluso en casa, la familia sintió que no estaba sola. “Si Juliet tenía síntomas, incluso en las altas horas de la madrugada, sabía que podía llamar y obtener ayuda de inmediato… teníamos atención las 24 horas del día, los 7 días de la semana”.
El equipo de Juliet estaba dirigido por el Dr. Steven L. Halpern, un especialista en hematología (trastornos de la sangre como leucemia) y atención del cáncer pediátrico. El Dr. Halpern explica que, para cada paciente de Goryeb, todo el equipo se reúne todas las mañanas para asegurarse de que los pacientes y sus familias reciban todo el apoyo que necesitan.
“Entendemos que el cáncer afecta la vida de un niño y la vida de una familia”, dice el Dr. Halpern. “Por eso, además del tratamiento médico, ofrecemos una gama completa de servicios de apoyo”.
Estos incluyen la asistencia de trabajadores sociales, dietistas, especialistas en vida infantil y asesores financieros. Y el payaso Hug-a-me, uno de los mejores recuerdos de Juliet, realizó trucos de magia y obsequió “pegatinas geniales”.
“Me hicieron sentir cómoda”, dice Gina, “e hicieron que Juliet se sintiera cómoda. Son dos públicos muy diferentes, pero nos trataron increíblemente a los dos”.Un coordinador educativo también ayudó a Juliet a mantener su educación encaminada. “No pude volver al jardín de infancia ese año”, dice Juliet.
“¡Pero me consiguieron un robot que sí!”. El The Valerie Center proporcionó un robot de telepresencia VGo que le permitió a Juliet asistir a la escuela de forma remota, socializar con amigos y, ocasionalmente, incluso almorzar con ellos.
Durante los más de dos años de tratamiento y a medida que Juliet mejoraba, ella, su madre, su padre (Anthony) y su hermano pequeño (Theodore) crearon una fuerte conexión con las personas involucradas en su cuidado. Juliet dice: “Tienen una forma de asegurarse de que se cuide a los niños y de que estén felices de estar allí. Después de que terminaron los tratamientos, extrañé un poco estar en el hospital”.
Hoy, la animada alumna de tercer grado ha vuelto a una agitada agenda escolar, además de clases de canto, actuación e interpretación. Espera con ansias el próximo recital y la celebración de su noveno cumpleaños”.
El The Valerie Center fue una gran parte de nuestras vidas durante más de dos años y medio durante el tratamiento de Juliet”, dice Gina. “¡Y definitivamente todavía lo son! Goryeb continúa monitorizando su progreso a través de pruebas mensuales, con resultados prometedores”.
Solicita más información
Usa el formulario para solicitar más información.
Todos los campos son obligatorios.
Ten en cuenta que este formulario es solo para residentes de América del Norte.
