La cirugía bariátrica no es solo una solución para pacientes con sobrepeso. También puede ser un regalo para quienes más se preocupan por ellos. En el caso de Stephanie R., que se sometió a una gastrectomía en manga en el Morristown Medical Center, su hijo no podría estar más encantado de tener una madre activa y enérgica.
Stephanie siempre estaba en forma cuando era niña gracias a cinco hermanos que la mantenían alerta. Sin embargo, cuando quedó embarazada, ganó un poco más del peso recomendado y los números solo continuaron subiendo a partir de entonces.
Como la mayoría de las personas que tienen problemas para perder peso, Stephanie probó varios métodos: píldoras para adelgazar, planes para bajar de peso y reuniones con nutricionistas e hipnotizadores… pero nada funcionó. Al mismo tiempo, los problemas personales aumentaron su estrés y ansiedad, lo que impulsó aún más los malos hábitos alimenticios.
Desesperada y sin opciones, Stephanie aceptó la sugerencia de su madre de que explorara la cirugía bariátrica. Su investigación la llevó a Ashish Padnani, MD, cirujano bariátrico y general en Atlantic Medical Group que ejerce tanto en el Morristown Medical Center como en el Newton Medical Center.
“Cuando lo conocí, supe al instante que era el médico con el que quería operarme”, dice Stephanie.
Después de la consulta inicial, el Dr. Padnani consideró que una gastrectomía en manga sería el procedimiento más apropiado por una variedad de razones.
“La belleza de la gastrectomía en manga laparoscópica es que no solo reduce el tamaño del estómago, sino que también elimina las hormonas del hambre producidas por el estómago, que ayudan a controlar las porciones”, dice el Dr. Padnani. “También cambia otras hormonas en el cuerpo que ayudan con la pérdida de peso, mejoran el metabolismo y la salud en general”.
La cirugía salió bien, pero la recuperación, particularmente los primeros dos meses, fue más dura de lo que Stephanie esperaba. Sin embargo, perseveró y, con el apoyo del Dr. Padnani, pudo alcanzar su peso objetivo de 150 libras en tan solo cinco meses.
“Ahora soy más pequeña que antes de tener a mi hijo”, dice Stephanie, que está tan feliz con sus resultados que ha derivado a varios pacientes al Dr. Padnani.
Para mantener su nuevo físico y evitar complicaciones, Stephanie, como todos los pacientes de cirugía bariátrica, tuvo que permanecer atenta a lo que comía. Su nueva dieta requería poca cantidad de azúcar, más proteínas y vegetales, y mucha agua. Salir a comer también tenía sus limitaciones, ya que tenía que controlar el tamaño de las porciones.
“Stephanie estaba muy motivada y decidió hacerse cargo de su salud, lo que hizo que fuera muy exitosa después de la cirugía. La mayoría de los pacientes como Stephanie reportan una mejoría en su salud general, autoestima y sienten mucha más energía”, dice el Dr. Padnani.
El aumento de los niveles de energía de Stephanie le ha permitido disfrutar de más actividades con su hijo Michael de nueve años. Hace poco, fueron de excursión a las selvas tropicales de Puerto Rico, una experiencia que era impensable hace apenas un año, pero que ahora es un recuerdo que aprecian juntos.
Stephanie dice de su agradecido hijo: “Me toca el estómago y dice: ‘Mami, ahora tienes el estómago plano’”.
La cirugía bariátrica está disponible en todos los hospitales de Atlantic Health System: el Chilton Medical Center, el Hackettstown Medical Center, el Morristown Medical Center, el Newton Medical Center y el Overlook Medical Center.
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