Comenzar despacio es clave para prevenir lesiones por calor en el verano
El calor y el sol del verano nos invitan a salir y ponernos activos. Nos entusiasma probar nuevos deportes, ponernos en forma y disfrutar de la recreación de la temporada. Con los beneficios para la salud de mantenerse activo, esta actividad también trae consigo el potencial de lesiones de formas que son específicas del verano. El esguince de tobillo, la deshidratación, el agotamiento por calor y las quemaduras solares son solo algunos de los riesgos del ejercicio de verano.
Después de meses de relativa inactividad, muchas personas inician el ejercicio de verano con entusiasmo, sin considerar su estado de salud y físico. El cirujano ortopédico Christopher Hubbard, MD, recomienda tomar las cosas con calma al principio y aumentar hasta un nivel de actividad que sea seguro y cómodo.“Nuestros entrenamientos en invierno son diferentes de los del verano. Las personas inician de repente deportes de raqueta, pickleball, baloncesto y carreras sin preparar sus cuerpos para el impacto”.
Para evitar las desafortunadas torceduras y lesiones de rodillas y tobillos, Jonathan Roth, MD, insta a las personas a calentar y estirar antes de hacer ejercicio o practicar deportes. Con frecuencia ve un aumento estacional en las lesiones, que incluyen esguinces, tendinitis de hombro, calambres musculares, distensiones de isquiotibiales y cuádriceps, e incluso rupturas del tendón de Aquiles. La mayoría de estas lesiones son resultado de uso y esfuerzo excesivos.
Las lesiones son menos comunes en los deportistas entrenados. Pero la mayoría de las personas no estiran, fortalecen ni hacen ejercicio con regularidad. El ejercicio regular es importante para fortalecer todos los grupos musculares y el estiramiento dinámico regular del tren superior e inferior del cuerpo.
Los deportes de bajo impacto, como el ciclismo, la natación y la caminata, son más suaves para el cuerpo, mientras que los deportes más extremos, como el ala delta, los deportes acuáticos de alta velocidad (como las motos de agua), la escalada en roca y los clavados son los más peligrosos.
Incluso las actividades aparentemente suaves pueden provocar lesiones inesperadas. Caminar o trotar en la playa sobre arena suave o cerca del borde del agua donde la erosión crea pendientes pronunciadas presenta peligros para los pies y los tobillos. Las rutas de senderismo en bosques están llenas de rocas y raíces de árboles que hacen que las personas tropiecen y se caigan. Ten cuidado en estos entornos y asegúrate de conocer sus límites. El calzado también es importante. El Dr. Hubbard aconseja a las personas que se aseguren de que sus zapatos se ajusten bien a los pies y a la actividad para la que fueron diseñados.
Sé proactivo en cuanto a tu salud
Para estar seguro y sano, es bueno contar con un médico de atención primaria que conozca y comprenda tu historia clínica y tus objetivos de bienestar. Si tienes alguna lesión inesperada este verano, nuestros ortopedistas tiene lo que necesitas.
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