En todo el mundo, las mujeres cuidan a otras personas. Es una expresión humana natural del amor que puede ser una fuente de gran alegría, y también de agotamiento y estrés con el tiempo. Aunque los hombres están asumiendo más cuidados de los niños y la familia, las mujeres siguen manejando la mayor parte del cuidado infantil, el cuidado de ancianos y el cuidado informal de cónyuges, padres, suegros, amigos y vecinos.
Por lo tanto, si te sientes agotada, puede haber una buena razón. No es inusual sentirse cansada, frustrada, resentida, e incluso abrumada cuando se cuida a un familiar. Simplemente procura mantenerte conectada con tus propias necesidades para no correr el riesgo de sufrir desánimo, o ansiedad y depresión.
Cuidar de otros puede ser un acto de malabarismo
Según Mayo Clinic, aproximadamente el doble de mujeres que de hombres sufren depresión y ansiedad. Esto puede estar relacionado con el peso de las funciones y responsabilidades que asumen las mujeres, los cambios hormonales que atraviesa el cuerpo de una mujer en la menstruación, el parto o la menopausia, y muchos otros factores. Aunque las mujeres y los hombres pueden desarrollar muchos de los mismos síntomas de salud mental, los viven de manera muy diferente. Si notas que presentas alguno de estos síntomas y que persiste más de dos semanas, es hora de buscar ayuda profesional.
- Tristeza persistente o sentimientos de desesperanza
- Uso indebido de alcohol o drogas
- Cambios drásticos en los hábitos alimentarios o de sueño
- Cambios en el apetito o el peso
- Disminución de la energía o fatiga
- Temor o preocupación excesivos
- Ver u oír cosas que no existen
- Cambios del estado de ánimo extremos
- Dolores, dolores de cabeza o problemas digestivos sin una causa evidente
- Irritabilidad
- Retraimiento social
- Pensamientos suicidas
Comparte el cuidado, aprende a pedir ayuda
Pedir y aceptar ayuda puede ser difícil, ya sea que estés cuidando a un padre o una madre con pérdida de memoria, lidiando con la enfermedad de un ser querido o buscando servicios para un niño con necesidades especiales. Si te sientes agotada, habla con tu médico de atención primaria o ginecólogo. Pueden derivarte a un profesional de la salud mental, si es necesario. Estos son algunos consejos más para el autocuidado que te ayudarán a mantener el equilibrio.
Lista de verificación del cuidador
- Busca un terapeuta y habla regularmente. Los terapeutas pueden ser un apoyo para los cuidadores, ya que ayudan a establecer y hacer un seguimiento de los objetivos de autocuidado mientras cuidas a un ser querido.
- Mantente al día con tus propias necesidades médicas y citas con tus médicos.
- Date permiso para tomarse pequeños descansos. Puede ser una caminata diaria, una cita para almorzar con amigos o un momento tranquilo para leer o tomar una taza de té.
- Practica los descansos autocompasivos regulares y la meditación. Cultivar la autocompasión genera resiliencia.
- Considera la atención de relevo a domicilio para proporcionar servicios de enfermería y compañía para tu ser querido, y explora la atención de enfermería a corto plazo para un manejo seguro de la atención médica mientras estás fuera.
Sé proactivo en cuanto a tu salud mental
Para programar una visita de salud conductual, llama al 888-247-1400.