Es difícil saber la gravedad de una lesión cuando ocurre. Los niños pequeños y los adolescentes pueden sentir dolor inicialmente, pero a menudo lo desestiman para seguir jugando. Es importante que los padres y entrenadores les digan a los niños que tomen un descanso de las actividades si sienten dolor. Hacer una pausa es una oportunidad para examinar la lesión, evaluar el nivel de dolor del niño y, luego, tomar una decisión informada.
“A veces, nuestra cultura puede llevar a los niños y adolescentes a creer que deberían jugar con dolor”, dice Shazad Shaikh, MD, cirujano ortopédico y médico de medicina deportiva de Atlantic Health System. “Los niños y adolescentes se inspiran en mamá, papá, entrenadores, hermanos mayores, cualquier influencia fuerte en sus vidas. Por lo tanto, es importante que los adultos enseñen a los niños desde un principio que, si se lastiman, es aconsejable tomarse un descanso y recuperarse, e incluso buscar asesoramiento o tratamiento profesional cuando sea necesario”.
Cuando se produzca una lesión, asegúrate de que el niño deje de jugar de inmediato y no continúe a pesar del dolor. En cambio, sigue estos pasos:
1. Recuerda la sigla en inglés R.I.C.E.
Para controlar una lesión en las primeras etapas, puedes ayudar a aliviar el dolor y la hinchazón siguiendo esta sencilla fórmula: Rest, Ice, Compression, Elevation (reposo, hielo, compresión, elevación). También puedes ayudar con el dolor y la inflamación del niño con un analgésico de venta libre según lo indicado.
2. Llama a tu médico.
Los cirujanos ortopédicos y los médicos de medicina deportiva pueden evaluar minuciosamente la lesión del niño. Pueden tomar radiografías u obtener imágenes avanzadas para determinar qué estructuras se han visto afectadas: huesos, ligamentos, tendones, cartílago o músculos. También guiarán al niño durante la rehabilitación y la recuperación.
3. Trabaja para obtener la autorización médica.
La autorización médica para volver a practicar deportes o realizar actividades solo llegará una vez que el niño pueda realizar actividades específicas sin dolor y su fuerza muscular y movilidad hayan regresado por completo.
“Los esguinces y las distensiones, las fracturas y las conmociones cerebrales son las lesiones más frecuentes que vemos en niños y adolescentes activos”, dice el Dr. Shaikh, quien explica que, si un niño sufre una lesión como una fractura por estrés, se volverá más grave y dolorosa. Si no se reconoce una conmoción cerebral, una segunda lesión puede implicar una recuperación más prolongada y síntomas más graves. Si se ignora un esguince de tobillo, puede provocar debilidad articular a largo plazo o inestabilidad crónica del tobillo. Estos son algunos consejos para evitar lesiones desde un principio.
1. Usa equipo preventivo de forma adecuada.
El casco del niño debe ajustarse a la perfección y abrocharse correctamente. El calzado debe tener el tamaño correcto y estar bien atado para evitar una tensión adicional en las piernas y las caderas. Según la actividad, considera el uso de un protector de pecho o de muñecas y codos.
2. Calentamiento, estiramiento y acondicionamiento.
Antes de cualquier actividad, los niños deben precalentar para que su cuerpo esté listo para la acción. El entrenamiento de agilidad y el acondicionamiento también ayudan a equilibrar las fortalezas y debilidades del cuerpo.
3. Evita el esfuerzo excesivo.
Practicar varios deportes o actividades es la mejor manera de evitar lesiones por movimientos repetitivos. En lugar de actividades de un solo deporte durante todo el año, fomenta el entrenamiento cruzado para el acondicionamiento físico general e incorpora un poco de tiempo de inactividad.
4. Mantente hidratado.
Toma descansos para beber agua, especialmente durante la actividad física intensa. El agua ayuda a prevenir la fatiga muscular, los dolores de cabeza e incluso el golpe de calor. También ayuda al cuerpo a recuperarse de las lesiones eliminando toxinas y reduciendo la tensión muscular y el dolor.
“No se deben subestimar las posibles complicaciones de jugar lesionado”, dice el Dr. Shaikh. “Una lesión no tratada puede tener muchas consecuencias en los cuerpos jóvenes en desarrollo, por lo que es importante que las lesiones menores se traten de forma rápida y adecuada para evitar problemas futuros”.
Sé proactivo en cuanto a tu salud
Una lesión no tratada puede tener consecuencias en los cuerpos jóvenes. Un cirujano ortopédico o un médico deportivo pueden ayudar a evaluar y tratar las lesiones atléticas en niños.
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